Sac Muyal, una historia de amor

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La leyenda del Sac Muyal es una historia que ha pasado de generación en generación  desde los tiempos de los mayas. Es una historia de amor que ha trascendido el tiempo, que hasta el día de hoy sigue hablándose de ella.

En donde el amor verdadero terminó por ser interrumpido y manchado por la maldad, que movido por la envidia no soportó que haya dos personas que se quieran de esa manera. Y tuvo que interponerse en la relación.

Él era conocido como Ki’ikmakkun. Mientras que ella era conocida como abanico, que en maya tendría por nombre Pikit.

Ambos poseían un amor puro e intenso, algo que parece haber molestado a más de una persona. En este caso, era el malvado espíritu del Sac Muyal, que observaba con mucha envidia hasta que decidió intervenir.

Para poder acabar con ese amor, decidió secuestrar a Pikit. Pero no tardó mucho en darse cuenta Ki’ikmakkun que su amada no aparecía por ningún lado. Por lo que decidió emprender su búsqueda.

Pero sus esfuerzos fueron  inútiles, lo cual le llevó a desesperación y tristeza; cuando de repente, una serpiente apareció. El reptil afirmaba conocer donde se encontraba la princesa, pero para poder ayudarlo debía ofrecerle algo de su sangre.

En su desesperación, el joven accedió y alimentó a la serpiente, quien le dio un nuevo rumbo. Pero los problemas para Ki’ikmakkun no acabarían ahí, ya que en el camino había un acantilado que tenía que subir.

En ese momento apareció alguien más para ayudarlo, en este caso, una anciana. Que le dio un poco de su cabello, con el cual pudieron terminar por escalar el camino tan sinuoso por delante.

La serpiente y Ki’ikmakkun siguieron andando, pero ahora se encontraron con un río que no podían cruzar. Para poder remedirlo, un venado apareció frente a ellos.

El venado les dijo que para poder cruzar el rio debía arrojar una roca al río. Nuestro héroe hizo lo que el venado le dijo  y de manera misteriosa, ya se encontraba del otro lado. Sin pensar mucho en cómo funcionaba todo, siguió andando.

Sac Muyal 2

Siguió y siguió por su accidentada búsqueda hasta que se encontró a un águila. El ave le habló de los peligros que habría más adelante, por lo que le ofreció una de sus garras para poder defenderse. El joven, agradecido, tomó la improvisada arma y siguió su camino.

Siguió andando y para su mala suerte, una gota de savia cayó en sus ojos, dejándolo ciego al instante. Para poder ayudarlo, un pequeño escarabajo pasó y le ofreció de ayuda con un poco de tierra, diciéndole que eso aliviaría su ceguera.

Para su buena fortuna, así ocurrió, por lo que pudo seguir adelante con su travesía.

Al llegar, se encontró una cueva donde se encontraban todos quienes le habían ayudado: la serpiente, el escarabajo, el venado, el águila e incluso la anciana.

Le dijeron que ellos representaban como había seguido su corazón y que por haber obedecido, ahora podría salvar a su amada Pikit.

Al entrar a la cueva, de forma misteriosa fueron transportados de regreso al hogar. En donde ya se encontraba a salvo junto con su amada.

En resumen esta leyenda  es la historia de un guerrero que buscaba en el bosque a su amada que había sido robada por Sac Muyal, en el camino se encontró con una serpiente que le dijo lo que debía hacer para encontrar a la joven, luego fue una mujer la que le indico lo que tenía que hacer, más tarde un venado le indico el camino que debía seguir, también lo hizo el águila y el escarabajo, así es como llega a una cueva en la que se encuentra a todos los que anteriormente lo ayudaron, cada uno le dijo que hiciera algo diferente para recuperar a la muchacha, pero a él simplemente se le nubló la visión, le hizo caso a todos y se despertó como de un sueño con su amada en brazos y lejos del Sac Muyal que la había robado.

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