La Riviera Maya está llena de lugares maravillosos que combinan perfectamente los distintos tonos de azul de sus aguas cálidas, con amaneceres y atardeceres únicos; por si no fuera poco los distingue una excelente gastronomía basada en los ingredientes de la región y hoy en Revista Caribe MX te hablaremos de uno de esos lugares: Isla Mujeres.
El encanto de Isla Mujeres no se puede medir por su tamaño, ya que, en apenas ocho kilómetros de largo por medio de ancho, encontraras tantos atractivos para elegirlo como lugar de vacaciones al que vas a querer regresar.
Cuentan las leyendas que los bucaneros dejaban aquí a sus mujeres cuando salían a surcar el mar buscando los navíos españoles que regresaban a España con los “tesoros” expoliados, otros afirman que cuando arribó la expedición de Francisco Hernández de Córdoba en 1517 observó que había numerosas esculturas de mujeres que se entregaban en ofrenda a la diosa maya Ixchel, adoración de la fertilidad, por lo que asignaron el nombre de Isla Mujeres.
El ritual maya obligaba a las niñas a acudir a la isla para hacer una ofrenda a la diosa Ixchel, con la finalidad que en su vida adulta les proporcionara fertilidad.
En la isla podrás disfrutar de sus aguas transparentes, cálidas, poco profundas y llenas de vida son el paraíso para los amantes del mar, ya sean profesionales o amateurs, además también puedes bucear ya que las posibilidades son infinitas, o ya sea simplemente haciendo snorquel.
En el norte se encuentra la población más importante, punto de entrada marítima a Isla Mujeres y donde se concentran restaurantes y tiendas de artesanía siendo la calle Hidalgo el eje sobre el que circula la vida. Los paseos por el Malecón y por el centro adoquinado nos hacen sentir en un ambiente hogareño y tranquilo.
En la Playa Norte encontrarás fiesta todo el día, pero el momento ideal para acudir es el atardecer, cuando el dios sol se baña en las aguas caribeñas, ofreciendo una puesta de sol sublime.
En la Playa Lanchero, encontrarás la Hacienda Mundaca, que fue construida por Fermín Mudaca de Marechega, un busca fortunas vasco nacido en la villa de Bermeo que al igual que varias familias burguesas catalanas hizo una gran fortuna con el tráfico de esclavos desde África a las haciendas de Cuba. Huyendo llegó a Isla Mujeres donde su excentricidad se acentuó, viviendo de forma ermitaña, sólo en contacto con los trabajadores de la hacienda, quizás arrepentido de la vida que había llevado.
Ya pasando los 50 años se enamoró perdidamente de una adolescente llamada Prisca Gómez Pantoja, de apodo la Trigueña. Su asedio no tuvo frutos y ella se casó con otro, rechazando la hacienda que Mundaca había hecho con mucho esfuerzo y con material de los templos mayas. La leyenda dice que él no se recuperó del rechazo y ya enfermo fue trasladado a Mérida en Yucatán, donde murió. Su cuerpo nunca regreso a Isla Mujeres pese a que era su último deseo, y por ello su tumba está vacía.
Al sur de la isla está el Parque Nacional Submarino El Garrafón, que ofrece variadas como senderismo, tirolesa, nadar con delfines, kayak o simplemente relajación en la playa. No debemos dejar pasar la oportunidad de conocer su arrecife de coral, apto para todos los públicos al estar a poca profundidad.
En la misma zona encontrarás La Granja de las Tortugas “Tortugranja”, opción fascinante para familias con niños, ya que con la supervisión de personal de protección permite que los turistas ayuden en el regreso de las tortugas nacidas cuyas madres desovan en las playas de Isla Mujeres entre los meses de mayo y septiembre.
Continuando más al sur llegamos al faro, que marca el confín de la isla, en la elevación de Punta Sur, y el Acantilado del Amanecer. Aledaño se encuentra el pequeño templo maya dedicado a Ixchel, diosa de la fertilidad.
La isla te ofrece variadas cocinas económicas de la región, así como restaurantes para todo tipo de gustos y presupuestos; lo mismo sucede con hoteles que estamos seguros se acomodaran a tu presupuesto y necesidades.